En su último informe sobre los impactos de la pandemia del coronavirus (Covid-19), la Organización Mundial del Comercio (OMC) dio cuenta de las disrupciones que la crisis ha tenido en el comercio internacional, especialmente en el transporte de carga. Desde el comienzo del Covid-19, el transporte marítimo y terrestre se han mantenido en gran medida funcionales, aunque han registrado en ocasiones retrasos considerables. No obstante, el transporte aéreo de carga es el que se ha visto más gravemente perturbado.

Por una parte, el transporte marítimo ha tenido que hacer frente a cuestiones relacionadas con la logística portuaria, modificando protocolos e implementando medidas sanitarias. Además, para evitar que la disminución de la demanda reduzca las tarifas, la industria ha reducido su oferta de buques. En consecuencia, si bien el costo del transporte marítimo de contenedores en enero y febrero fue comparable al del mismo período de 2019, el relanzamiento de la economía china empezó a hacer subir los tarifas a mediados de marzo y el repunte de la demanda de los consumidores en Estados Unidos provocó un aumento en mayo. No obstante, la OMC asegura que puede pasar algún tiempo antes de que las tarifas vuelvan a estar en equilibrio.

Por su parte, el transporte terrestre internacional se ha visto afectado por los controles fronterizos, las medidas sanitarias y los arreglos especiales, como el cierre de ciertos puestos y desvíos. Estos factores han causado retrasos en el transporte de carga por carretera. Y para aliviar estos problemas, algunos exportadores han tratado de trasladar la carga de la carretera al ferrocarril, ya que este último necesita muchos menos conductores y controles por cantidad de carga.

En tanto, las restricciones de viaje han afectado al transporte aéreo con especial dureza porque han provocado una drástica reducción de los vuelos de pasajeros, que representan alrededor de la mitad del volumen de carga aérea. En consecuencia, se ha producido un pronunciado descenso de la capacidad de carga aérea y un aumento de sus tarifas. Anualmente, la capacidad mundial de carga aérea se redujo en un 24,6% en marzo de 2020 y los rendimientos de la carga aérea en abril fueron casi el doble que en el mismo mes de 2019. La OMC prevé que esta conmoción de los costos solo disminuirá con un repunte del transporte de pasajeros.

Cabe destacar que las disrupciones en el transporte aéreo de carga han tenido importantes consecuencias para los productores de bienes perecederos, suministros médicos y proveedores de piezas y componentes, y puede agravar aún más el golpe a las complejas cadenas de suministro de las manufacturas, que a menudo dependen de la entrega rápida y puntual de sus insumos.

Incertidumbre

Sumado a la anterior, la OMC definió en su reporte las fuentes principales de costos comerciales que tienen el potencial de tener un impacto significativo en el comercio internacional, destacando entre ellas a la incertidumbre como una fuente que magnifica los impactos de la pandemia.

La incertidumbre mundial, medida por el recuento de la frecuencia de las palabras relacionadas con la «incertidumbre» en los informes nacionales de la Economist Intelligence Unit, muestra un aumento. En el primer trimestre de 2020, el nivel de incertidumbre fue un 60% más alto que el desencadenado por la guerra de Iraq y el brote del SARS en 2013. Adicionalmente, una medida de la volatilidad financiera muestra que, hasta ahora, la incertidumbre en el mercado financiero de EE.UU. alcanzó su punto máximo a mediados de marzo, cuando se acercó al nivel de la crisis de Lehman Brothers.

«El aumento de la incertidumbre puede tener otro efecto maligno en los costos del comercio, en forma de contracción de la financiación del comercio. Si bien la financiación del comercio no ha recibido tanta atención como otros asuntos hasta ahora durante la crisis, la contracción económica está empezando a pasar factura», advirtió la OMC en su informe.

Asimismo, reconoció que si bien cabe esperar que muchos de los cambios en los costos comerciales se reviertan una vez que la pandemia esté controlada, algunos pueden persistir debido a cambios en el entorno de las políticas o en la dinámica del mercado.

«Las opciones de políticas de Gobierno desempeñarán un papel importante en la configuración y mitigación de los costos comerciales relacionados con la incertidumbre. En la medida en que las respuestas de los gobiernos a la pandemia sigan aumentando -o reduciendo- la incertidumbre de las políticas comerciales, cabe esperar que aumenten o reduzcan los costos comerciales en el futuro», concluyó la OMC.

Fuente: Mundo Marítimo