– Su gerente, Carlos Barros, remarcó la impotencia que ha generado en la empresa desde que la franquicia fue caducada bajo el mandato del ex intendente Jorge Flies, debido a una diferencia en la dirección de la fábrica que figuraba en el proyecto.

Replicando el exitoso modelo neozelandés, el más eficiente del mundo, la industria de la miticultura o cultivo de choritos se ha consolidado con fuerza en Chile, pasando a ocupar un lugar de relevancia como primer exportador abarcando 60 países a nivel mundial. 

La actividad se desarrolla desde el seno de Reloncaví hacia el extremo sur de nuestro país y es en tal contexto que ya en el año 2009, tras una invitación por parte de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), se sumó al desafío la fábrica Textil Mejillones, empresa localizada en Porvenir que desde entonces ha destacado en la aplicación de nuevas tecnologías e innovación directa al proceso de cultivo.

Pero si bien la empresa completa una década de operaciones en la zona, no ha estado exenta de inconvenientes, los que desde hace unos años han cimentado un camino que podría terminar con la firma ‘bajando la cortina’, todos estos, aspectos de los que habló su gerente general, Carlos Barros, con El Magallanes.

– Partiendo de lo fundamental, ¿cuál considera usted que ha sido el aporte central de Textil Mejillones a la industria del cultivo de choritos en Magallanes?

– “En lo principal, está el hecho de que gracias a la incorporación de tecnología innovadora, única en Chile y Sudamérica, para lo que tiene que ver con la captación de semilla o proceso de siembra, se ha logrado reemplazar el tradicional sistema colector que consistía en colgar tiras de desecho de redes de pesca, por el llamado ‘cable mussel’. Este es un sistema de línea continua y biodegradable que permite captar semilla de mejor calidad y en mayor cantidad durante el proceso de cultivo. Hoy, desde Porvenir, anualmente fabricamos por sobre los 250.000 kilos de mangas, es decir 5 millones de metros mensualmente”.

– ¿Cuál es el mercado que abastecen en la actualidad y en qué consiste puntualmente lo que desarrollan? 

– “Somos una pyme que desde Porvenir estamos abasteciendo a más del 70% de la industria nacional con mangas del algodón 100% biodegradables. El 30% restante  principalmente se importa. En la práctica, nuestro sistema que funciona como sustrato para la fijación de los choritos. Tras la cosecha, ésta desaparece en un tiempo aproximado de 20 días, gracias a los microorganismos del agua de mar, que tiene la capacidad de degradarla.

– No obstante, hoy la empresa que comanda lleva a cabo sus operaciones sin la posibilidad de aprovechar la bonificación que otorga la Ley Navarino. ¿Cómo ve el horizonte productivo de la empresa, ante dicho escenario? 

– “Para serle muy franco, no es fácil resumir en pocas líneas la pesadilla que estamos viviendo. Lamentablemente, con mucho dolor y frustración debo decir que estamos ad portas de bajar la cortina, y con ello perder importantes fuentes de trabajo afectando a 23 familias de Porvenir. Textil Mejillones debiera ser considerada un ejemplo para Chile, sin embargo, bajo la administración de Jorge Flies -ex intendente de Magallanes, nuestra franquicia fue caducada debido a una diferencia en la dirección de la fábrica que figuraba en el proyecto, situación que autodenunciamos en cuanto lo detectamos. De hecho fue la propia Tesorería Regional la que no hizo reparos, entendiendo el bien mayor, lo que nos permitió trabajar durante años en el mismo lugar inaugurado junto al ex intendente Mario Maturana, e invertir en lo que tenemos hoy”.

“Consideremos en esto que los costos operacionales de trabajar en Porvenir superan el 40%, respecto de cualquier otra parte de Chile. Por la situación geográfica, de  aislamiento y con una logística compleja y difícil de resolver, un proyecto textil de esta envergadura se torna inviable si el Estado priva de las leyes de excepción, como le ha ocurrido a Textil Mejillones.

“Dado lo anterior presentamos un nuevo proyecto, que es Puerto Edén Spa., que corrige el único problema que tenía nuestra empresa, que es la dirección. La iniciativa fue presentada a la seremi de Hacienda en noviembre de 2018 y aún está detenido. Cada día que pasa, todo se hace más difícil, y bajo estas circunstancias es imposible operar en Porvenir”.

Fuente: La Prensa Austral