Estudio realizado en Europa, sitúa al Puerto de Ámsterdam a la cabeza de esta nueva tendencia.
Se está produciendo una transición gradual pero clara hacia una economía circular (EC) que tendrá potencialmente importantes repercusiones en los puertos, tanto en su función de nodos de transporte como en la de lugares de actividades logísticas y manufactureras, concluye el último estudio realizado por los miembros de PortEconomics Peter de Langen y Henrik Sornn-Friese -junto con James Hallworth (Puerto de Ámsterdam) en la que se trata las implicaciones de la EC para el modelo de negocio de las empresas de desarrollo portuario.
El informe constituye una evaluación aproximada de las nuevas inversiones en actividades de fabricación circular en los puertos de Europa, extraída de documentos de las organizaciones y de las páginas web oficiales, ilustrando el (lento) desarrollo de las actividades circulares en los puertos.
Cabe señalar que la EC constituye un sistema económico destinado a eliminar el despilfarro y el uso continuo de los recursos, fomentando la reutilización, el intercambio, la reparación, la renovación, la remanufacturación y el reciclaje para crear un sistema de circuito cerrado, minimizando el uso de los insumos y la creación de desechos, contaminación y emisiones de carbono. Además, tiene como objetivo mantener los productos, el equipo y la infraestructura en uso por más tiempo, mejorando así la productividad de estos recursos. Todos los «desechos» deberían convertirse en «alimentos» para otro proceso: ya sea un subproducto o un recurso recuperado para otro proceso industrial.
El resumen de esta investigación constituye- «hasta donde sabemos», según reconocen los autores- el primer documento que trata el impacto de la EC en el negocio portuario. En él se evalúa si la transición a la circularidad económica afecta, y de qué manera, al papel y al modelo empresarial de las autoridades portuarias como promotoras de clústers portuarios.
La investigación esboza un marco para analizar las consecuencias de la EC en el modelo de negocio de la autoridad portuaria. Luego aplicó este marco para obtener una comprensión detallada del ecosistema emergente de la CE en el Puerto de Ámsterdam, que es claramente un líder en esta transición, y el papel de la compañía de desarrollo portuario (PoA) del Puerto de Ámsterdam, propiedad del Estado, en el desarrollo de este ecosistema.
Según los autores, la evaluación muestra que los puertos de Europa atraen efectivamente actividades de la CE. Sin embargo, hay enormes diferencias entre ellos y que los grandes puertos que realizan actividades lineales no atraen automáticamente actividades circulares. Además, hay importantes disparidades regionales en Europa en cuanto a la velocidad de la transición a la EC en los puertos.
A la vez en el puerto de Ámsterdam, sostienen, ha surgido y sigue evolucionando un «ecosistema empresarial» de EC con tres tipos de sinergias entre las empresas de este ecosistema: sinergias de infraestructura y servicios logísticos, sinergias de entrada y salida y sinergias de ecología industrial.
Los investigadores explican que hallaron que la escala espacial de las cadenas de valor de la EC en el puerto varía entre los segmentos y que generalmente son menos internacionales que las cadenas de valor ‘lineales’.
Agregan que el desarrollo de las actividades de EC ocupa un lugar central en la estrategia del PoA, y éste asume nuevos y activos papeles en el avance del ecosistema empresarial circular, sobre todo mediante el desarrollo de sinergias de ecología industrial y el fomento y la atracción de nuevas e innovadoras empresas de EC.
Por último, señalan que la transición a la circularidad conduce a cambios en el modelo comercial del Programa de Acción, con una mayor atención a los nuevos servicios que crean sinergias y una importancia decreciente de la parte de los derechos portuarios en la mezcla total de ingresos.
Fuente: Mundo Marítimo