«En general lo que está pasando es grave, porque denota una fragilidad muy grande del sistema siendo que es una actividad clave y fundamental para el país como el comercio exterior», comenta el presidente de la Cámara Aduanera, Cristián Herrera, respecto al conflicto portuario que afecta hace un mes a Valparaíso y también con algunas interrupciones puntuales en el puerto de San Antonio, las que se han escenificado en el mismo periodo.

«Respecto a que se vean interrumpidos los procesos de importación y exportación, cualquier persona en un simple análisis se da cuenta de los perjuicios que tiene para el país en términos de imagen, sobrecostos por sobreestadías de las mercancías. Es un desastre y esa es la realidad», recalca el líder gremial.

Sin embargo, Herrera reconoce que lo ocurrido en Valparaíso es un reflejo de la realidad y precariedad del sistema portuario, y de lo que hace falta para ir al siguiente nivel.

«Esto es, entre comillas, una excelente muestra o síntoma de las falencias que actualmente tiene el sistema portuario y no hay que ser ciego para reconocer que, obviamente, se requiere modernizar, se necesita reingeniería, se requiere repensar, hacer un análisis más profundo con todas las partes para buscar soluciones que sean efectivas. Y así estamos con un paro de un mes en el puerto de Valparaíso. Si seguimos con soluciones de parche vamos a seguir con un sistema que tiene muchas debilidades, tenemos que hacer un trabajo más de fondo. Sí, con medidas paliativas inmediatas con un proyecto de mediano plazo que nos permita, de una vez por todas, tener una plataforma logística moderna y confiable para los intereses del país», reconoce el presidente de la Cámara Aduanera.

-¿De qué manera han abordado estos temas al interior del gremio?

– Nosotros hemos tratado con las autoridades y fundamentalmente con el Gobierno para que haya una intervención, en el sentido de poder solucionar los problemas más de fondo que se han ido presentando. Se entiende que en el caso de Valparaíso es un tema entre privados y laboral, pero obviamente no sólo afecta a las partes involucradas, sino que también al país. Y en el caso de San Antonio, hubo un requerimiento de los transportistas, en este caso los porteadores, respecto a mejorar los sistemas en terminales para que el traslado sea más expedito (…) En la medida que la autoridad de Gobierno no tenga una respuesta rápida para todos estos temas es poco o nada lo que se va a poder ir avanzando en esto.

– Se habla mucho de la necesidad de modernizar la actividad, pero que esto también va a traer algunos costos, sobre todo en temas de empleo para los trabajadores eventuales. Y, seguramente, si no se toman medidas esto va a acarrear conflictos no sólo en Valparaíso, sino que en otros puertos. ¿Esto ya debería estar siendo observado y conversado?

– Eso es fundamental. Hay que conversar las medidas, acordar los puntos, recoger opiniones, hacer un levantamiento serio de la información. El poder implementar, y por acuerdo, medidas que sean buenas para todos, aunque eso es difícil, sobre todo desde el punto de vista laboral. Pero también es bueno tener un rayado de cancha para saber a qué atenerse y ojalá que se aplique inteligencia y sentido común para alcanzar un buen acuerdo. La actividad portuaria es muy importante para el país, especialmente en la zona central, donde se generan muchos puestos de trabajo y es un eje fundamental de la actividad económica regional y del país.

– Una solución que garantice estabilidad…

– Tiene que ser inteligente y que genere una proyección de empleo, que dé, por cierto, estabilidad laboral. Desde nuestra mirada, que permita una estabilidad en los procesos de importación y exportación. Son temas estratégicos claves para el país y en este asunto no se puede hacer acercamientos y darse una vuelta, sino que hay que meterse de lleno, ponerse a trabajar con todas las partes involucradas y hacer un trabajo más profundo que tenga sentido de futuro. Y como Cámara hacia allá apuntamos.

-Pero existe un conflicto latente en todo el país. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, Valparaíso y San Antonio paralizaran al mismo tiempo?

– Son escenarios súper poco deseables y por ello lo que hay que hacer es adelantarse, ser proactivos, llamar a las partes, conversar del tema porque en el fondo esto nos debe interesar a todos, porque si no funciona nos afecta a todos. A los mismos trabajadores que están en paro los perjudica, esto genera una inactividad económica que paraliza los servicios que se requieren. Por lo tanto acá no hay un ganador, sino que somos todos perdedores y eso está claro. Por eso se requiere mayor proactividad para tomar las medidas fundamentales que se requieren. Y también, dentro de ese plan a largo plazo, el país debe tener planes de contingencia.

– ¿De qué tipo?

– Cuando se genere algún tipo de problemas que pudiesen interferir en el proceso logístico, y no me refiero solamente a problemas laborales, sino que de otro tipo como desastres naturales, sistemas informáticos, etcétera, el país se debe preocupar de implementar planes de contingencia que aseguren, o al menos que permitan, bajar el impacto a la actividad económica.

– ¿Eso es clave para avanzar en la idea de una plataforma logística confiable?

– Hay muchas falencias para lo que podría ser una plataforma logística fuerte, estable y maciza que se pueda mantener en el tiempo. Y definir esa plataforma no es algo teórico o virtual, hay que trabajar a largo plazo sin olvidar las medidas paliativas inmediatas, porque si no vamos a seguir con los problemas.

-Da la impresión que hay dos líneas que no avanzan de la misma forma. Por una parte, se piensa en una nueva infraestructura como el PGE (Puerto de Gran Escala), pero por otra hay un precariedad en el sector desde el punto de vista laboral que pone en jaque el sistema.

– Todos los factores y variables, logísticos, de conectividad, sistemas e implementación de servicios entre otros, están relacionados. No se puede avanzar solamente en infraestructura como un megapuerto, si no estás viendo qué pasa con los servicios del PGE, con la conectividad, los impactos sobre la ciudad. Todos esos factores se tienen que prever antes, porque si lo hacemos a medias nos vamos a encontrar con otras derivadas que eventualmente no hayan sido consideradas. El tema es que hay que afrontarlo con otra mirada, hacer un levantamiento, invitar a los actores y saber cómo funciona en el resto del mundo. Y allí también entra el tema laboral.

– Pero no se saca nada con tener grandes puertos si están bloqueados por demandas laborales no resueltas…

– Claro. Imagínate si tenemos un PGE y no contamos con las vías de conectividad adecuadas. Entonces se generan más puntos de conflicto que van a redundar en que la cadena logística y los procesos de importación y exportación se vean interrumpidos con el costo y daño que significa al comercio, imagen y economía del país. Nosotros estamos en contacto con todas las partes, trabajamos, aportamos, recibimos información y estamos en contacto con las autoridades de Gobierno.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso