“Guerra comercial”: un término que sonó a tambores y a efecto cascada desde 2018, hasta ayer. 

Lejanos a una situación entre dos gigantes económicos, Chile y sus ciudadanos podrían tener beneficios por alcance, ante la resolución de este conflicto entre EEUU y China. 

En una fotografía para la historia, posaba el presidente Donald Trump, sonriente, junto al viceprimer ministro chino Liu He. Ambos muestran la firma del acuerdo plasmada en los documentos que abren paso a negocios con cifras redondas.

China aceptó importaciones adicionales de bienes estadounidenses por 200.000 millones de dólares en dos años. De esa enorme cantidad, 78.000 millones de dólares en aeronaves, maquinaria y acero. 52.000 millones de dólares serán en productos del sector de energía.

EEUU promete un empuje al sector agrícola con el acuerdo. China comprará entre 40.000 y 50.000 millones en productos del agro. 

Se habla de una cosecha esperanzadora desde la diplomacia y el comercio, ya que los agricultores estadounidenses vieron como su exportación de soja cayó desde 2017 a la fecha, de 12.000 millones a 3.000 millones a la fecha. 

Ganar, ganar, sería la consigna, incluso para los socios de estas dos potencias hasta ayer en guerra comercial.

Más allá de la fotografía y de otros aspectos noticiosos que se desglosan de una jornada como la de ayer en la Casa Blanca, la principal pregunta en una latitud como la chilena es: ¿Qué ganamos o perdemos con este acuerdo?

El economista de la Universidad del Desarrollo, Carlos Smith, analizó junto a BioBioChile los últimos acontecimientos económicos entre China y EEUU, con consecuencias en este país.

“Primero, son dos países que son de los principales socios comerciales nuestros. Si ellos andan bien, vamos a andar bien nosotros y por otro lado, descomprime esta incertidumbre de esa guerra comercial. Qué tan grave iba a ser y hasta a dónde iba a llegar y ya vimos los efectos en términos de baja en las exportaciones”. Smith se refiere, entre otros, al principal producto de exportación a China: el cobre.

Esa baja en el rubro de exportación se cuantificó en 10.000 millones de pesos chilenos en 2019, según el economista de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, citado por Emol, debido a la caída del precio del metal.

Actualmente, el cobre se compra en US$ 2.827 la libra. Antes de la guerra comercial, este se situaba en US$ 3.200. En ese escenario de incertidumbre, China dejó de demandar cobre chileno. De ahí, las cifras preocupantes.

Con lo anterior, también llegaron los efectos en el tipo de cambio en territorio chileno, que se elevó de $630 a $700 pesos por dólar. 

Cabe mencionar que con el estallido social desde octubre pasado, el cambio de divisa escaló por encima de los $800 pesos, pero ese fue otro conflicto ajeno al de los gigantes de la economía mundial.

Se espera que con los tambores de guerra comercial dejando de sonar al filo de una firma, el panorama cambie.

“Todas estas buenas noticias del fin de la guerra (comercial) entre China y EEUU, hace que la demanda por cobre suba, suba su precio, y eso hace que inunde o aparezcan más dólares en el mercado nuestro y que empiece a bajar (en el tipo de cambio). Por ese lado, nos presiona menos la inflación”, sostiene Smith. 

Sin embargo, el economista chileno aclaró que el tipo de cambio de divisas como el dólar no solo está dictado por el tema de la guerra comercial o la crisis chilena. 

Otros factores como el conflicto entre EEUU e Irán, son condiciones extras a las ya existentes. En simples términos, que suba o baje el precio del dólar, o del cobre, no depende exclusivamente del acuerdo de ayer, aunque ayudaría una vez consolidado. 

“Ahora que Trump puso más incertidumbre con el caso de Irán es una mala noticia para nosotros. Se esperaba que el cobre llegara a los US$ 3.000 la libra y eso, con lo que está pasando en Irán y con los efectos que podría tener, como no sabemos qué tanto va a escalar ese conflicto, se ve difícil esos US$ 3.000 por libra”.

En cuanto a las exportaciones, al cierre del 2018, entre los principales productos chilenos ingresados a China, figuran el vino con denominación de origen, uvas, cerezas, manzanas, arándanos, carnes porcinas congeladas y otros productos forestales, pecuarios y agrícolas, según consignó La Tercera.

En ese periodo, el 30% del total de las exportaciones chilenas. Las de cobre alcanzaban cerca de la mitad de los productos exportados: US$ 36.495,04 millones en 2018.

Si bien, a juicio del economista Smith, Chile no dicta la pauta en el mercado internacional de salmones, soja o celulosa, sí lo hace con el cobre.

“En el cobre somos capaces de modificar el precio (a nivel mundial). Si hay una huelga importante en cualquiera de las mineras grandes, el precio del cobre en el mundo cambia porque somos importantes”, sostiene.

Fuente: Biobio